Conferencia
pronunciada en la Fundació Valvi de Girona, organizada por el Grup de Treball de Psicoanàlisi del COPC, el día 09
de Abril de 2011
De lo que no se puede hablar no basta con callarse, hay que escribirlo. Derrida[2]
Existe una extensa tradición literaria infantil
donde el cuento cumple una función formadora y estabilizadora de la angustia
del niño. No menos importante es la referencia al relato dirigido al adulto.
Aquí van a parar dos realidades: Por un lado la supuesta frivolidad de la
narración, algo infantil, por el otro la crudeza que se deriva de la reflexión
adulta.
Para saber qué siente el
niño ante la narración de un cuento nada mejor que abordarlo desde la
perspectiva del adulto. Posiblemente recordaremos mutatis mutandis, aquellas
primeras sensaciones.
El mundo de “Lo Real” es inefable. Acercarse a través del lenguaje pertenece al mundo simbólico. Por tanto sentir, palpar “Lo Real” será un esfuerzo personal. A lo largo de esta exposición las palabras irán dejando en el oyente sensaciones, emociones, afectos particulares, sinsentidos variados. Esta será la única vía para captar su huella, la marca de “Lo Real”, valorando el efecto que experimento al confrontarme con aquello que escucho y el malestar que se deriva.
- CUENTOS y TRADICIÓN
Con
Bruno Bettleheim se inicia una especie de ruptura con la idea del cuento
infantil. La sospecha ya preexistía. Desde Freud no todo es tan inocente.
He
intentado recoger una serie de cuentos que avalen esta sospecha. Seguro que hay
otros inocentes, sin “malicia”… Yo hablaré de aquellos que abordan la condición
humana, la constitución subjetiva, dirigidos expresamente al adulto.
El
cuento coincide con aquello que la clínica nos enseña. Insiste en decir de una
manera imaginaria aquello que el ser humano difícilmente pretende controlar.
Si
bien hay muchas referencias (desde la tragedia griega como catarsis o el
adoctrinamiento de las Fábulas de Esopo), se habla de la Edad Media como punto
de partida. Ni los cuentos, ni la idea
de infancia son los mismos, difieren sustancialmente. El mundo tenía que ser
mucho más duro y trágico que el actual, carecemos del concepto de niño y de
protección infantil.
La
cultura estaba recluida en los monasterios, poco socializada, no existía
transmisión escrita, la moral y la censura eran patrimonio eclesial.
La transmisión oral era por
razones obvias decisiva. El paradigma del cuento de hadas sería una forma
folclórica de transmitir didácticamente protección a la infancia. Todo reposaba
sobre el dualismo maniqueo alrededor de
la moral y en una lucha contra lo pulsional.
1.1 Función de los cuentos
La imaginación es un instrumento que facilita
superar conflictos y dar soluciones ala universalidad de los problemas
simbólicos. Lo imaginario siempre ha sido un recurso para vivir Lo Real. El
cuento es insuperable como recurso. A pesar de las repeticiones, siempre dice
lo mismo.
Como manifiesta Bettelheim[3]
el cuento aborda problemas emocionales, de maduración , de riesgo, de peligro…,
enfrentan los sujetos a los peligros del deseo (el lobo, la bruja…) así como el
abandono, la soledad, la falta de padres, la prohibición, la amenaza en
definitiva del peligro pulsional.
1.2 La universalidad simbólica i pulsional de los cuentos.
Si hacemos una lectura
estructural de los mismos observaremos la repetición de una serie de pautas
discursivas que en poco o en mucho recalcan los siguientes aspectos del
individuo:
-
El cuento es
una necesidad imaginaria para el sujeto. Los sofistas hicieron servir por
primera vez el mito como elemento pedagógico: Protágoras con Prometeo.
-
Tiene que ver
con el pensamiento salvaje y el efecto cultural. El guión del cuento apunta al
estudio del parentesco, la mitología.
-
El simbolismo
del cuento va más allá de la racionalidad, habla del mito, de la muerte, de la
existencia, de las leyes…
-
Es por eso que
el psicoanálisis ve en el cuento una representación del inconsciente como un
código de significante que tiene una norma gramatical fundamental que será la
prohibición del incesto y la culpabilidad que se deriva del mismo.
Esta es la lectura. Hablar
de cuentos es hablar de la familia, su función y sus componentes. En todos
ellos está en juego el concepto de niño, la estructura familiar y los
significantes clave de sus relaciones: Nombre-del-Padre, Deseo-de-la-madre i el
falo.
1.3 Simbolismo
Como hiciera Levi-Straus al analizar los mitos,
Vladimir Prop[4]
halla en los cuentos decenas de repeticiones comparativas.
El simbolismo ha sido una manera encubierta de
captar la atención del niño. Aquí podemos ver una serie de referencias
simbólicas que indican algunos autores:
-
La Cenicienta
(Perrault) toca el tema de la rivalidad entre hermanos, los celos. Los
personajes reales son los padres, el hogar representan la seguridad, la flor el
misterio sexual. La sangre de su dedo cortado del pie cual castración…, todo
para acomodarse al deseo.
-
Blancanieves ( H. Grimm), es reflejo de la salida edípica. Se inicia con el
pinchazo del dedo de la madre, desde donde manan tres gotas de sangre (el color
de la sangre indicador de la iniciación de la menstruación, de la llegada del
deseo sexual, incluso de la rotura del himen)[5]
-
La manzana, ya
presente en el Jardín del Edén, representa la incitación al deseo de lo
prohibido-
-
Caperucita Roja (Perrault) lo es de la
maduración sexual. Presenta el hecho del inicio de la pubertad, la oralidad
voraz, el lobo, el cazador.
-
El simbolismo animal viene representado p0r el
peligro (lobo), el amigo (el perro), la libertad (las aves). Los animales
ayudan a la Cenicienta en su tarea de separar los guisantes buenos de los
malos. Los pájaros que aparecen en Blancanieves: La lechuza representa la
sabiduría, el cuervo las fuerzas ocultas, la paloma representa el amor, la
dulzura, la inocencia.
-
Tanto en los
personajes, los números, como los colores, siempre existe una evidente apología
de la moral y una clara tendencia maniquea (bueno-malo)
-
Los números 3 y 7, tan comunes en los
personajes y las pruebas. El 7, es un número mágico; sabemos que 7 son los
colores, los días de la semana, las virtudes teologales, los pecados capitales,
los misterios, las maravillas del mundo, los días de la creación…
-
Las frutas, como la manzana (la manzana trae
la muerte a Blancanieves) representan la invitación al deseo del pecado, lo
prohibido.
-
El color rojo
de la capa, de las ropas, representa la menstruación y el peligro de estar
reproductivamente a punto. El blanco indica la pureza (la nieve)
-
El héroe que lucha contra el monstruo y libera
a la población o a la princesa, representa la lucha del niño contra el padre
(dragón) para salvar a la madre (princesa), el espejo (narcisismo)
1.4 La perversión en los cuentos
“Caperucita Roja” de Perrault, nos muestra una
historia feliz, donde el lobo muere en manos del cazador. Parece ser que la
historia original es diferente. El lobo devoraría a la abuela y “Caperucita” es
devorada… en términos sexuales. Así es que la historia va dirigida a las
señoritas:
1.5 El incesto
Aparece el príncipe que es seducido por ella. Este
marcha a al guerra. Ella tiene un hijo, pero al príncipe le comunican que ha
dado a luz animales o monstruos. Él quiere desterrarla. Siempre aparece alguno
que les recoge. Cuando el príncipe se entera de todo, la encuentra después de
largo tiempo de búsqueda. La mutilación parece ser que obedece a los deseos
incestuosos del padre.
¿Cuál es el significado del
cuento? La pérdida de los dedos, manos, mutilaciones, castración, circuncisión,
pérdida de la virginidad…, ella ha de dar cuenta de que no ha sido nada malo
para su familia.
- LA ESTRUCTURA REPETITIVA
DE LOS CUENTOS
Entre las múltiples cara de
la repetición tendríamos que buscar aquella esencial. Aquella que nos indique
qué es aquello que realmente encontramos en el cuento. Existe una repetición en
el tema del cuento y en la necesidad continuamente reclamada de repetirlo.
-
El cuento así,
participa de una especie de mezcla entre “poiesis”
i “mimesis”[7].
Es decir entre la creación y la imitación. Una necesidad que se repite en la
historia y hace efecto en cada época.
-
Hay un saber dentro del cuento. Puede que esta
repetición que tanto gusta nos acerque a la reminiscencia platónica. Pero una
observación más detallada nos hará diferenciar reminiscencia de rememoración[8],
veremos que son dos conceptos diferentes: la reminiscencia consiste en el hecho
de recordar, saber es recordar, que la idea retorne. Pero esta idea está del
lado de lo imaginario. La reminiscencia es platónica, rememorar es
psicoanalítico, tiene que ver con lo oculto, con el saber no sabido. Lo
siniestro en Freud, lo que no se habría de haber manifestado y lo ha hecho.
-
Lo que produce
la lectura o la narración a veces nos sorprende. Posiblemente aquello que nos
ofrece el cuento lo hemos de calificar de
Serendipitat[9],
aquello que nos sorprende de golpe cuando buscábamos un poco de
lectura.
-
Posiblemente se
trate del “mito del eterno retorno”[10]
comentado por Nietzsche, Mircea Eliade..., como maneras de abordar la
repetición a lo largo de la historia. Aquello que se repite no es el mismo
contenido, sino el propio retorno, el devenir del ser.
2.1
Automaton i Tyché (tujé)
Sabemos
entonces que en el cuento hay una insistencia, una repetición que pretende
acercarse a Lo Real. ¿Quién dirige la mano del escritor?
¿Dónde
está el mundo de Lo Real? ¿En la noche, el día, en la vida o en la muerte? Si
para Calderón “la vida es sueño”, el sueño nos hace entrar en la oscura noche de
Lo Real.
La frase en Matrix es: “Bienvenido al mundo de lo real”. Allí se
conjugan dos realidades tiempo-espaciales. Lo real es la otra escena virtual
que es la vida misma: “el desierto de lo real” que decía Morfeo.
Por el contrario, para el
psicoanálisis, Lo Real es inefable, imposible, está fuera de lo simbólico, del
lenguaje. Solo sabemos que Lo Real
siempre retorna al mismo lugar.
Tyché y Automaton representan el hecho repetitivo. Son dos palabras griegas de la Física
de Aristóteles, que podemos traducir por “suerte” y “azar” (suerte, como buena
o mala suerte)
Automaton i Tyché (tujé) están vinculadas a la repetición. Automaton es la
repetición de la cadena significante, su insistencia… Tyché va más allá, es la
repetición propiamente dicha, el encuentro con Lo Real, que siempre en un
encuentro fallido (trauma)
Automaton es casualidad,
pasa sin razón, imprevisible, no formaba parte del deseo; red significante que
se rige por las leyes del lenguaje. Tyché, es el sumatorio de situaciones
alejadas de la racionalidad, de la comprensión. Tyché, representa lo imposible
del encuentro con el objeto perdido que se expresa en al cadena significante
del Automaton. Lacan evoca “el encuentro fallido con Lo Real”. Lo Real se
escapa. Lo ubicamos más allá del principio del placer, al lado de la compulsión
a la repetición y cercano al trauma.
" Lo
Real está mas allá del Automatón, del retorno, del regreso, de la insistencia
de los signos a que nos somete el
principio de placer. Lo real es eso que yace siempre tras el Automatón, y toda la investigación de Freud
evidencia que su preocupación es esa"[11]
2.2
El relato del cuento: Repetimos para no recordar[12]
Podemos recurrir a la
mitología griega: A las puertas del Hades (morada de los muertos) habían dos
fuentes donde iban a beber los condenados: La fuente del olvido “Lethe” y la
fuente de la memoria, “Mnemosyne”. Ambas tomaban el nombre de Letheo y
Mnemosyne que eran dos divinidades. Reconocemos aquí las palabras “aletheia”,
lo no oculto, la verdad cruda y “letheia” que en contraposición era lo oculto.
Si recuerdas, te encuentras en Mnemosyne y si olvidas estás en el dominio de
Letheia.
El psicoanálisis hace
referencia al concepto de trauma como una imposibilidad de respuesta por parte
del sujeto. El trauma como un agujero dentro de lo simbólico. Sabemos que el lenguaje afecta al cuerpo, atraviesa el
cuerpo, toca Lo Real. Decimos que la causa de la enfermedad están en el hecho
de que hablamos, pero para acercarnos a Lo Real son insuficientes las palabras.
Si lo hacemos con palabras ya estamos fuera de Lo Real, en el campo de lo
Simbólico.
¿Qué había antes del
lenguaje? Lo Real, tan solo carne de goce. El lenguaje separa goce de cuerpo y
el goce se pierde: la eterna búsqueda comienza.
La repetición es uno de los cuatro conceptos fundamentales para Lacan (inconsciente, repetición, transferencia y pulsión) Lo que se repite es la cadena inconsciente, el ser de goce. Decimos que con la repetición, Lo Real insiste. Cuando repetimos lo hacemos par ano recordar aquello traumático. Es decir, que en lugar de recordar, se actúa y aparece un acto sorprendente.
Así
lo vemos en los niños, paciente, los cuentos…, insisten. Son la presencia de la
pulsión de muerte freudiana. Esta repetición nos acerca a Lo Real.
Lo
que es más pulsional es la repetición, la compulsión a la repetición. Se
repiten ritmo, simbolismo (lugares, casa, madre, vestido, animales, miembros,
pérdidas, nacimiento, separación, muerte…
Hay un goce en el hecho de
escuchar repetidamente los cuentos y que nada se escaper en la repetición… de
escaparse la angustia que apacigua el relato podría manifestarse.
Así, el cuento recupera, estructura:
-
La realidad cotidiana.
La presencia y la ausencia de la familia.
-
La dificultad
para vivir, los peligros.
-
Afecta a la
realidad del sujeto, a sus conflictos: ¿De dónde vengo, quién soy, quiénes son
mis padres?
-
Canaliza la
envidia, la rivalidad, los celos, la sexualidad, el cuerpo…
-
Moviliza el
deseo y su satisfacción.
-
Promete, cree
en la esperanza de un final feliz. El imposible encuentro con el objeto
perdido.
-
Desde los
primeros contactos con el Otro, la necesidad de ser amado no abandonará nunca
al sujeto.
La dificultad de definir Lo
Real nos invita a encontrarlo como fenómeno sorprendente dentro de los cuentos
que ahora abordaremos. Múltiples manifestaciones de conceptos diferentes pero
que todos tienen algo en común.
3. EL
FANTASMA EN LOS CUENTOS y EL OTRO. ¿Qué nos inquieta?
El
fantasma nos pone a resguardo de la crudeza de Lo Real.
El
sujeto se presenta descentrado respecto a su subjetividad. Lacan nos presenta
al gran Otro como un lógica que mueve los hilos y que hace que el sujeto sea
hablado. Se trata del orden simbólico. Hablamos de un Otro absoluto reconocido
pero no conocido. Este Otro va más allá de lo propio de la esfera del lenguaje.
Al preguntar ¿qué hay en ti, en todos nosotros
que nos inquieta, que no podemos controlar? Aparece el “che voi” que pretende cuestionar sobre el deseo de este Otro. La
pregunta es traumática y la respuesta produce horror ante el abismo de este
posible encuentro con el deseo del Otro.
Conocer
nuestro lazo es terrorífico, abismal, siniestro, ya que me anula como sujeto al
gobierno del Otro.
Cada
uno tiene su fantasma, su factor: Publicidad de culos y crema. Un anuncio, más
tarde retirado por machista, presentaba una serie de chicas en postura,
mostrando sus culos. El anuncio afirmaba; un factor para cada una. Los
publicistas saben provocar el deseo.
Ante la lapidaria frase: “No hay relación sexual”,
cada uno tiene que inventar su salida, su fantasma privado y particular. Así la
relación será posible, tan solo si nuestra pareja encaja en esta fórmula, entra
dentro de nuestro fantasma. El sexo necesita de una pantalla fantasmática.
3.1 La “No relación sexual” entre Ranas y cervezas.
Lacan nos dice en 1966 que “el inconsciente no se satisface sino
con volver a encontrar el objeto profundamente perdido” de donde surge la necesidad de una repetición
abocada a un imposible.
No hay consonancia entre el deseo en el hombre y en la mujer. No hay en el
inconsciente una significación sexual articulada. No se trata de ignorar el
encuentro hombre-mujer. No hay equivalencia entre lo que pide uno y lo que
demanda el otro. No hay armonía. Hay un goce fálico, pero de dos cuerpos no
sale uno (Mito del Andrógino de Platón)
Una chica caminaba
por la ribera del rio y encuentra una rana, la toma, la besa y la ranita se
transforma en un atractivo joven. El joven mira a la chica, la atrae hacia sí,
la besa y se transforma en una botella de cerveza. Si para la chica la
transformación fue fálica completa, el chico reduce a la joven en un objeto
parcial, causa de su deseo. No hay relación sexual: O tenemos una chica con una
ranita, o un chico con una cerveza. Nunca una ranita con una cerveza.[13]
Sería
necesario preguntarnos cuál es nuestra realidad: ¿la que creemos o de la que
huimos?
El
fantasma (una expresión del cual sería el cuento popular) pretende, mediante su
condición simbólica y su imaginería transformar el goce (a), Lo Real en placer.
El fantasma consiste en una escenificación imaginaria de lo simbólico que
propicia un cierto goce al sujeto, goce secreto.
El
núcleo de nuestro fantasma nos resulta insoportable. Algunas mujeres violadas
habían tenido fantasías de violación previas. Son ellas las que más sufren ya
que sacan hacia fuera (por el hecho ocurrido) las cosas que soñaban.
3.2 El mensaje del cuento. Lo Real del cuento.
“las palabras son cosas de juego. Las letras no son cosas de juego. Una letra es una arma de dos filos: por eso entra con sangre”[14]
Así, podemos decir que el
cuento tiene que ver con Lo Real: el incesto, el deseo, la feminidad, el papel
de la madre, del padre… es por esto que el contenido del cuento es curioso,
difícil, desajustado de la realidad, plantea interrogantes.
3.3
Figuras de “Lo Real” El doble, la muerte,
lo siniestro, el Padre, la Madre...
El
cuento en la neurosis obsesiva manifiesta temor a la castración, miedo a la
finitud, a la vida en sí, a las dudas vitales, a la pérdida de amor, a nuestra
condición de humanos, pánico a la satisfacción completa, la soledad, la culpa,
la muerte, el castigo…
El
cuento participa de la psicosis cuando el sujeto está lejos de las vicisitudes
del desero, de sus estrategias. No se tiene miedo a la castración, pero sí a la
división subjetiva, a la rotura. Un miedo más allá de lo humano. No es la
presencia del peligro, parece un aviso a la humanidad: “el asesinato del alma”.
Miedo a la fragmentación en el esquizofrénico, a la persecución, a la
referencia en el paranoico o la pérdida del objeto en la melancolía. La muerte
en la melancolía no es la muerte en el neurótico.
El
miedo en la neurosis es accesible, en la psicosis escapa, es impenetrable. El
psicótico es la oscuridad que se expresa en el delirio. En la psicosis el
deliro es el mismo cuento, es la restitución:
“el rasgo más
característico del hombre moderno, es el singular contraste entre un interior
al que no corresponde ningún exterior y un exterior al que no corresponde
ningún interior; contraste que los pueblos antiguos no conocieron”[15]
En
la psicosis encaja la película de Alien o el fenómeno tan recurrido de la
licantropía, el delirio de Matrix, la dispersión del cuerpo como anticipación
de la psicosis. Los cuerpos extraños que amenazan el cuerpo receptor.
“Alicia en el País de la maravillas”[16] de Lewis Carroll (1832-1898) es anterior al psicoanálisis, no había recibido por tanto su influencia. Es la obra que Lacan aconsejaba a los interesados en abordar el psicoanálisis infantil.
Obra
en una primera lectura, alejada de referencias sexuales por la moral victoriana
de la época pero que están presentes de forma lógica en toda la aventura.
Especialmente por el juego con los significantes. Podemos observar los cambios
que experimenta el cuerpo incómodo de Alicia, movimientos sin sentido, ingesta
de pociones mágicas…
“No
se puede pasar por una puerta que no sea de su tamaño”[17]
Por igual se trata Lo Real y su lógica
cuando personajes animales abordan comportamientos humanos dentro de la lógica
del lenguaje.
La obra interroga sobre el papel femenino, juegos de palabras, sin
sentidos… referencias significantes. Hay que destacar el tema de la
identificación a través de la presencia del espejo presente en la obra.
3.4 Lo siniestro y el doble en los cuentos.
Lo
siniestro es la amenaza, la despersonalización, la sensación de vértigo…
Guy
de Maupassant[18]
escribe un cuento que se llama “El Horlà”[19]
que alguien traduce como “aquello que está afuera”. Se trata de aquello que el
lector intuye, pero que se escapa a los personajes. Freud lo calificaba de “Unheimlich”: «...Será todo lo que debería haber quedado oculto, secreto, pero que se ha
manifestado…»
Este
efecto también se conoce como “Doppelgänger”,
del doble de la persona viva, “Aquel que camina a mi lado”. Lo encontramos en
los cuentos de Hoffman. Saramago lo presentifica en “el hombre duplicado” un
personaje que encuentra en su pueblo una persona idéntica a él.
Representa
lo siniestro, el Otro, el Doble. Ha sido tratado por otros autores como Otto
Rank[20],
Poe[21], Heine[22],
Wilde y Goethe...
Representado
en el tema del “Mensajero de la muerte” de los hermanos Grimm o en “El hombre
de la arena” de Hoffman[23].
Lo
siniestro o terrorífico se alimenta de los miedos del ser humano.
Dentro
de los cuadros alucinatorios son de particular atención las figuras del doble.
La ilusión de Sosies, es el conocido síndrome del doble (Capgras). El síndrome
de Frégoli, que presta su nombre del ilustre imitador italiano que repetía a la
perfección el parecido físico y el tono de voz de cualquier personaje.
En la literatura
psiquiátrica hay muchas referencias al fenómeno del doble, también conocidas
como “alucinaciones especulares”: Deuteroscopia, Autoscopia, Heautoscopia
Cuadros donde aparecen
alucinaciones visuales, presencia de figuras dobles o también autoscopia
negativa, donde el individuo no percibe más su imagen en el espejo.
Transformaciones corporales.
Es el efecto de este
matojo[24] (Artemisa) que tiene una vida particular en el
cuento de Proulx: El deseo de una mujer que ante la imposibilidad de tener
hijos adopta un pequeño arbusto (árbol de Artemisa) y le da una forma humana.
Tanto que produce efectos a su alrededor de forma siniestra, amagada, intuida, no evidente…
fuera de lo perceptible.
No deja de ser como nuestros miedos, lo que nos
ocurre como destino. Que a la vez es
cercano, familiar, estimado.
Hace desaparecer todo como para alimentarse, todo a
su alrededor desaparece. Pero hay que preguntarse qué es.
Hablamos
de aquello que no puede ser pero que es. Una especie de fantasma invisible que
no se manifiesta ni en presencia de la mujer del cuento, ni en la del matorral.
Un doble que no tiene más protagonismo que el de su creador. Una fuerza que
destruye o hace desparece todo a su alrededor. Aquello que recibe nuestra vida
y nos la quita.
Manifiesta
Lacan en su Seminario «
«...La imagen especular se convierte en la
imagen extraña e invasora del doble, se convierte en lo que le ocurre poco a
poco al final de la vida a Maupassant, cuando comienza a dejar de verse en el
espejo, y de lo que inmediatamente sabe, que el mismo no deja de tener cierta
relación con ese fantasma: cuando el fantasma se da vuelta ve que es él mismo...»[25]
El
doble viene a decir que allá donde no hay nada, sí está presente la figura del
Otro que representa la muerte de los personajes y de todo en general. Como un
destino irrefrenable que se ríe de nosotros, que nos supera. Schilling dice que
lo siniestro sería algo que debiendo de haber quedado oculto se ha manifestado.
En
«Lo Ominoso», Freud dice:
«...Recordemos
que el niño en sus primeros años de juego, no suele trazar un límite muy
preciso entre las cosas vivientes y los objetos inanimados y gusta de tratar a
su muñeca como si fuera de carne y hueso…»[26].
Algo
parecido hace el personaje de “el hombre de la arena” de Hoffman
3.5 Cuento sobre la muerte. El destino irrefrenable.
Zaguir no tuvo inconveniente en prestarle el caballo
más veloz de su cuadra, y se despidió diciéndole que si forzaba un poco el caballo
podría llegar a Samarra esa misma noche.
Cuando Ahmed se hubo marchado, Zaguir se dirigió al
mercado y al poco rato encontró a la Muerte paseando por los bazares.
"¿Por qué has asustado a mi sirviente? -preguntó
a la Muerte- Tarde o temprano te lo has de llevar, déjalo tranquilo mientras
tanto"... "Oh, no era mi intención asustarlo - se excusó ella-, pero
no pude evitar la sorpresa que me causó verlo aquí, pués esta noche tengo una
cita con él en Samarra"
3.6 Persistir más allá de la muerte.
Destino
irrefrenable contra el cual no podemos. Observamos la compulsión a la
repetición en el cuento de Andersen “Los zapatos rotos”: Una joven se pone unos
zapatos mágicos que al tener vida propia no pueden dejar de bailar. Los zapatos
representarían la pulsión de la joven que no tiene más remedio que cortarse las
piernas. Parecido a Alien, el octavo pasajero, algo que llevamos dentro,
extraño, distante, pero interno.
3.7 El cuento que estructura. Los tres pájaros. (Posiblemente de origen asiático)
Había tres pájaros a los cuales protegía y cuidaba su padre dentro del
nido. La primavera trae lluvias fuertes, hasta el extremo de una intensa
inundación. En vistas al peligro, el padre decide protegerlos, para lo cual los
coge de uno en uno y los lleva a un lugar seguro.
Toma el primer hijo y cuando vuelan por encima de las aguas, le
pregunta: - Hijo mío, ¿tú harías lo mismo
por mi cuando sea viejo, me protegerás, me cuidarás como hago yo contigo?
El hijo responde: - Claro que sí
padre!!!. Dicho esto, el padre abre su pico y deja caer al hijo sobre las
aguas.
Toma al siguiente. Le hace la misma pregunta y obtiene la misma
respuesta. El padre le deja caer. Cuando lo hace con el tercer hijo y le
pregunta, el tercero responde: -Yo no sé
si te salvaré o no cuando seas viejo, pero lo que sí haré es esto que me has
enseñado con mis hijos. Esta respuesta hace que el padre le lleve a tierra
segura.
El padre no es un padre
severo. El hijo no cae ante la seducción paterna. Sencillamente ha actuado el
padre. El hijo ha nacido de la separación.
“Un padre severo
intimida por su sola presencia y la
imagen del castigador ya no necesita enarbolarse para que el niño la forme”[27]
La función paterna: No es
la transmisión de un patronímico. De hecho llevar el nombre d ela madre no
significa nada de negativo. La función paterna es nominante. Lo que denominamos
la función paterna no tiene nada que ver
con la presencia del mismo, ya que esta por sí sola no garantiza el funcionamiento
del Nombre-del-Padre. Se trata de una función anudante de los registros
Simbólico, Real e Imaginario.
El padre síntoma tiene una
función libidinal. Hace de una mujer la causa de su deseo, la hace suya para
tener hijos y brinda atención paterna (Lacan)
3.8 La leche de la muerte[29]. La madre pulsión. La madre necesidad.
Hablemos de pulsiones. Freud dice:
“...desde el
aspecto biológico…, la pulsión nos aparece como un concepto fronterizo entre lo
anímico y lo somático, como un representante psíquico de los estímulos que
provienen del interior del cuerpo y alcanzan el alma”
Hablar de pulsiones nos aleja de los animales movidos por instinto,
vamos más allá de la necesidad. La pulsión tiene su origen en el cuerpo gracias
al deseo del Otro:
“El sujeto sólo es sujeto por su sujeción
al campo del Otro” (Lacan, 1964)
Es necesaria que la demanda del niño sea canalizada vía deseo materno.
Es necesario, por tanto, el deseo del Otro para que el sujeto de la necesidad
se haga deseante. Esto posibilita que a falta de pecho se pueda alucinar y
recuperar el goce perdido.
Tres hermanos levantan una torre de defensa contra los turcos. La torre
se derrumba una y otra vez. Hay una leyenda que avisa que sería indestructible
siempre y cuando entre sus fundamentos se coloque un cuerpo de hombre o mujer.
Ellos no quieren sacrificarse, pero deciden que lo harán con una de sus
mujeres. Esta idea surge del hermano grande que quiere desprenderse de la suya ya que ha encontrado una más joven.
Deciden guardar el secreto.
El grande no le dice nada a su mujer, pero en sueños ella escucha la intención
de su marido. El segundo hermano provoca a la suya diciéndole que no le lava
bien la ropa, por tanto que al día siguiente no le suba la comida a la torre y
se dedique a lavarla en el rio. De esta manera la protege.
El más pequeño, que quiere
a su mujer y son padre de un niño de leche, no le dice nada. Ella es convencida
por la mayor, para que les suba la comida el próximo día.
Así lo hace y sin
miramientos es agredida y emparedada. A medida que los ladrillos van subiendo
ella pide que no la cubran el pecho, así su hijo podrá alimentarse diariamente.
Se lo permiten. Igualmente cuando los ladrillos lleguen a los ojos pide que la
dejen ver cómo se alimenta.
Durante dos años su hijo se
alimenta. A pesar de que la madre es ceniza, sus pechos continúan teniendo
vida. Aún hoy día cuando se visita la Torre de Escutari (Albania) se buscan las
huellas de un rio blanco.
Todo esto pasa bajo la
contemplación visual, la pulsión escópica. Pulsión y amor. Visión contemplación narcisística como
marco pulsional.
La relación madre hijo en
forma de leche deja un rastro en el cuento. La separación se produce entre el
individuo y el pecho. El pecho no tiene propietario. La pérdida hace que
funcione como objeto (a), pecho separado de él. Objeto (a) fantasmático.
El pecho y la madre serán
básicos. Mientras que el huevo establece una separación entre madre e hijo. Si
observamos los mamíferos monotremas (ornitorrinco), no hay relación placentaria
madre hijo. Pero la mama existe. Esto quiere decir que la mama es anterior a la
placenta. Las dos son amboceptoras, en ellas se puede producir el corte.
Donde Freud hablaba de
angustia de castración, Lacan plantea que cualquier pérdida, ya sea anal, oral,
escópica o invocante representan al propio sujeto en el lugar del Otro,
recortándose en el campo del Otro.
En su libro, "La búsqueda de la lengua perfecta", Umberto Eco nos narra los hechos que acontecieron en el siglo XVII, cuando el rey Federico II quiso saber cuál fue la primera lengua que se habló en el mundo y cuál sería a la vez la más perfecta. Se encargó a un grupo de mujeres que diesen alimento a un grupo de bebés, con la condición de no hablarles, tan solo satisfacer las necesidades biológicas: lo niños murieron a avanzada edad. La conclusión es que la voz humana alimenta de afecto y este es básico para la supervivencia y el desarrollo. Sin él estamos condenados a la muerte del sujeto.
La madre necesidad. El denominado Síndrome de Münchausen.[30]
Hay aun una escena final en el cuento de “la leche de la muerte”. Esta historia es narrada por un ingeniero a dos compañeros. En un momento dado aparece una gitana con un niño en brazos y con los ojos vendados. Pide limosna y es rechazada violentamente. Ante la sorpresa de esta violencia, uno de ellos pregunta y el otro le responde que la gitana pone cada día una cataplasma con una sustancia en los ojos del hijo y se aprovecha de esta ceguera para ganar algún dinero. Hay madre y madres. Paradigma el Síndrome de Münchausen[31] En 1976, un pediatra inglés Meadow acuña este término.
Conocemos la actitud de los
padres, en especial la madre en nuestra cultura, en relación a la atención y
cuidados que tiene sobre el hijo. El trato emocional hace que se constituya un
sujeto de deseo: las palabras, las caricias, los gestos, las miradas…
En el caso que nos ocupa se
trata de una especie de abuso, de maltrato sobre la persona del hijo por parte
de un adulto, especialmente la madre, que manipula al hijo y a la vez al
profesional de manera tan sutil, que escapa a la observación del clínico.
De tal suerte que su hijo
recibe todo tipo de intervenciones médicas en su cuerpo de carácter serio, todo
en nombre del supuesto bienestar del niño.
El profesional debe de
estar atento a cuál es la verdadera enfermedad y quién el verdadero enfermo.
Las características de
dicho síndrome son:
-
Síntomas de
difícil diagnóstico. La presencia materna, con una desproporcionada información
clínica digna del mejor especialista, incrementa los problemas.
-
Imprecisión
entre los síntomas que explican y la realidad del sujeto.
-
Problemas
escolares causados por las continuas visitas a hospitales de urgencias.
-
Este hospital
no es nada más que el primero de una larga deambulación.
La madre necesidad ahoga el
deseo del niño, imposibilita el nacimiento de un sujeto.
Referencies bibliográficas sobre el niño y la familia.
Freud, S. (1981). Obras Completas (4ª edición). Madrid. Biblioteca
Nueva.
Lacan, J. M. (1982).
Lacan, J. M. (1985) Escritos, 1 y 2 (12ª edición). México: Siglo XXI.
Lacan, J. M. Los Seminarios 3, 4, 5, 11, 17. Buenos Aires: Piados.
Lacan, J. M. (1988) Dos notas sobre el niño, Intervenciones y
Textos 1 y 2, Buenos Aires. Manantial.
Artículos de Freud cuando se refiere al niño.
“Sexualidad en la etiología
de las psiconeurosis” (1898)
“Tres teorías de una sexualidad infantil”
(1905)
Textes freudians en relació a la família.
“El hombre de las ratas”
“Introducción al narcisismo”
(1914)
Textos lacanianos en relación al niño.
“Dos notas sobre el niño”
(1969)
“Subversión del sujeto”
(1960)
Textos lacanianos en relación a la familia:
“La familia, Los complejos
familiares” (1938)
“El mito individual del
neurótico” (1966), Seminarios III, IV y V. “De una cuestión preliminar a todo
tratamiento posible de las psicosis”, (1957-1958),
[1] Wittgenstein
L., Tractatus logico-philosophicus. Alianza
Editorial, Madrid.
[2] Derrida, J., La carte postale, de
Socrate à Freud et au-delà. Flammarion, Paris.
[3] Bettleheim,
B., Psicoanálisis de los cuentos de hadas. Ed. Crítica, Barcelona, 1977
[4] Propp, Vladimir, Morfología del
cuento. Editorial Fundamentos.
[5] Bettleheim, B., Psicoanálisis de los cuentos de hadas. Ed. Crítica, Barcelona, 1977. Pág. 282
[6] Un
rey tenía un burro que cagaba monedas de oro y era su orgullo, además de una
mujer maravillosa. Ésta cuando está en el lecho de muerte, le hace prometer que
sólo se volverá a casar si encuentra una mujer que le iguale en belleza. El rey
comprende entonces que solamente se podrá casar con su propia hija, idéntica
que la madre.
[7] Poiesis deriva etimológicamente del término griego ποιέω,
que significa "crear”. Una manera de conectar la materia y el tiempo, de
la persona y el mundo, una producción en definitiva. Heidegger la define como
“alumbramiento”, “el florecer de la flor”, el salir de una mariposa de su
capullo, la caída de una cascada cuando la nieve comienza a derretirse”. En
estas definiciones hay un cambio, una creación. Su opuesta es la “mimesis” como
forma de imitación del original.
[8] Reminiscencia es un término platónico que busca una relación entre algo del orden de lo eterno, un sentimiento de irrealidad. Lo que tiene lugar cuando volvemos a encontrarnos cuerpo y alma que antes vivían en el mundo ideal y que ahora se encuentran separadas por el castigo divino. La reminiscencia de las histéricas era una manera de recordar dentro del eje de lo imaginario. La rememoración tiene que ver con los contenidos ocultos, olvidados, en el saber no sabido. Se produce en la asunción de lo simbólico.
[9] Serendepity, es
un término más reciente, anglicismo, neologismo (serendipity), aportado
por Horace Walpole (1754) a través de un cuento persa del del XVIII «Los
tres príncipes de Serendip» en una isla de la actual Sri Lanka, que
solucionaban problemas gracias a la casualidad.
[10]
Nietzsche, Friedrich W.: Así hablaba Zarathustra, Longseller, Bs. As.
2004.
[11] Lacan, J., Seminario 11. Los cuatro
conceptos fundamentales del psicoanálisis. Clase
V. Tyché y Automatón. 1964.
[12] Freud, S., Recordar,
Repetir y Reelaborar.
1914. Tomo XII. Obras Completas. Amorrortu editores.
[13] Zizek,
Slavoj: ¿Cómo leer a Lacan?, Paidós, pág. 64
[14] Bargamín, J.; La decadencia del analfabetismo, en La importancia del demonio. Siruela.
Madrid.
[15] Nietzsche:
De la utilidad y la desventaja del historicismo para la vida.
[16] Carroll,
Lewis. Alicia en el país de las maravillas. Alicia a través del espejo. La
caza del Snark. Ilustraciones de John Tenniel. Edición y
traducción de Luis Maristany. Colección
Ave Fénix. Plaza y Janés, Barcelona, 1999.
[17] Lacan, J., Hommage rendu à Lewis Carroll",
en: Ornicar? Revue du Champ freudien, n°50. Paris: Navarin, 2002,
pág. 11.
[18] De
Maupassant, Guy: «El Horla» Segunda y Primera Versión. Editorial Argonauta Bs.
As. 1988. Maupassant, G.: "El Horla" Ed. Albatros.
[19] Federico
Manson "El Horla" , Una
estética de lo siniestro, interpreta la palabra como relacionada amb “Hors-la”
(lo que está más allá, lo que excede a la percepción)
[20] Rank,
O.: “El Doble”. Ediciones Orion Bs. As. Argentina 1976.
[21] El doble en “Willian Wilson”, de
Edgar Poe, en Bergalló Carraté “Hacia una tipología del doble: el doble por
fusión, por fisión y por metamorfosis” (en Bargalló Carrater, Identidad y alteridad:
aproximación al tema del doble, Ediciones Alfar, Sevilla, 1994,
pp.11-26)
[22] Heine,
H.: Obras. Ed. Vergara, Barcelona, España 1974.
[23] Hoffmann, E.T.A, L’home de la
Sorra. Diario de Barcelona, traducción de Manel Pla.
[24] Annie
Proulx: “Wyoming” El chico de Artemisa. Ed. Lumen.
[25] Lacan, J. Seminario X “La angustia”. Clase 7, del 9
de enero de 1963.
[26] Freud,
S.: Freud, S.: "Lo Siniestro" (1919) Obras Completas Ed. Biblioteca
Nueva.
[27] Lacan
(1980) Escirtos 2. Siglo XXI, México.
[28] J.
Lacan (1994) La relación de objeto. Seminario
IV. Paidós. Barcelona.
[29]Llegenda balcànica, tomada por
Margarite Yourcenar, publicada en 1938 en
Cuentos orientales. Ed. Gallimard.
[30] Fridman,
Elena y col., “Trastorno facticio por poder” en Medicina Infantil, Vol. VI Nº 2, 6/99. També en: Binet, Erik,
“Le Syndrome de Münchausen par procuration: Una nouvelle forme de
dysparentalité transgénérationnelle”, Devenir, 2001-2, Vol. 13.
[31]
El barón de Münchausen, obra escrita en 1785 per
Rudolf Raspe, hace especial referencia a un militar alemán, oficial de caballería en lucha contra los rusos, el cual explicaba
historias demasiado poco creíbles en
relación a sus aventuras.
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